Nacionalistas y socialistas durante todo el siglo 20 han vivido como un gato con un perro. Acusándose unos a otros de incompetencia y de sabotaje y de cómo equipar mejor a la sociedad. Hoy apareció una tercera persona en el escenario, la situación cambió. Y algunos nacionalistas y socialistas se han Unido a la democracia decorativa en el tercer mundo, se sienten bien con las nuevas autocracias. El grupo y el egoísmo, el populismo y la ignorancia conducen a la batalla con la sombra.